Los mariscadores temen que la ceniza que llega a la ría arruine la campaña navideña
Advierten de la turbidez que puede producirse en el agua y de la mortandad de marisco
La campaña de Navidad, como también la de libre marisqueo -iniciada el pasado día 2-, "están en peligro". Al menos eso creen los mariscadores de rías como la de Arousa, donde al igual que sucedió con motivo de otros incendios -y muy especialmente durante la oleada de fuegos de 2006- temen que la ceniza arrastrada por las lluvias tras los últimos ataques incendiarios acabe destrozando por completo unos bancos marisqueros ya mermados por otros muchos motivos desde hace unos años. Básicamente el miedo radica en la posibilidad de que la lluvia cause escorrentías que lleven la ceniza hasta las zonas productivas -ya sea directamente o a través de ríos como el Ulla y el Umia-. Si eso sucede de manera intensa especies como la almeja, la navaja o el berberecho pueden morir. Sobre ello reflexionan los propios mariscadores, biólogos y patrones mayores como José Luis Villanueva, que es también máximo representante de la agrupación de parquistas de Carril. En base a su experiencia en el sector Villanueva declara que al registrarse precipitaciones inmediatamente después de los incendios "el agua lo arrastra todo al mar y puede jugarnos una mala pasada, sobre todo si llueve copiosamente y se producen riadas". Para aquellos que desconozcan en qué medida puede afectar la ceniza de los incendios a los bancos marisqueros, este acuicultor arousano explica que "se genera una importante turbidez en el agua y una suciedad que impide penetrar la luz". Por si fuera poco "después esos restos se decantan y quedan depositados en el fondo, sobre los bancos marisqueros, tapando los conductos de respiración y filtrado de los moluscos bivalvos, por lo que acaban muertos". No cabe duda de que "se trata de un problema enorme", por lo que desde Carril ya pronostican que "volveremos a padecer pérdidas importantes, sobre todo porque estamos a las puertas de la campaña de Navidad". El patrón confirma, igualmente, que "al mejillón también le afecta la ceniza, aunque en menor medida, porque está suspendido en el agua". Donde no esperan daños tan cuantiosos es en O Grove, "porque estamos más alejados de desembocaduras como la del Umia o el Ulla; pero claro que las cenizas y la erosión de los montes afectan al marisqueo, ya que generan turbidez y cambia el PH del agua", explica el biólogo de la cofradía meca. Fuente:Faro de Vigo
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