La Xunta investiga si 25 restaurantes tenían en su carta marisco furtivo
Ya lo habían dicho las autoridades de Mar: que en años como el actual, de especial afluencia turística, no se puede andar jugando con la calidad de uno de los iconos gallegos, como es el marisco. Y dado que el furtivismo es una amenaza directa a ese renombre, no es extraño entonces que durante las jornadas previas a la Semana Santa la Xunta depositase un mayor celo inspector en uno de los escaparates últimos de esa seña de identidad que son los moluscos: la hostelería.
Los agentes del Servizo de Gardacostas de Galicia realizaron hasta 84 inspecciones entre el 23 y el 30 de marzo en diferentes locales hosteleros de toda la comunidad autónoma. Y en esas visitas, los funcionarios levantaron un total de 22 actas de presunta infracción y otras tres de advertencia -estas últimas de carácter más leve que las anteriores-, en unos casos porque tenían en sus dependencias mercancía que en algunos casos carecía bien del documento de registro, del albarán, guía, factura o cualquier otro documento acreditativo o no tenía la talla reglamentaria, y en otros porque se encontró centolla con huevas, cuya comercialización está prohibida.
Del norte al sur
Según la Xunta, de la 84 inspecciones realizadas, 47 se realizaron en restaurantes de la zona norte de Galicia, donde se abrieron 12 actas por presunta infracción al no poder acreditar la procedencia del marisco. Mientras, las otras 37 inspecciones se realizaron en locales hosteleros del sur y se abrió expediente a diez negocios, así como a un particular que llevaba consigo una bolsa de seis kilos de almeja sin la documentación acreditativa necesaria y que supuestamente pretendía vender a un restaurante.
Parte de la mercancía decomisada se devolvió al mar y otra fue entregada a centros benéficos.? Los agentes de Gardacostas también instruyeron tres actas de advertencia a otros tantos locales de municipios de las Rías Baixas por no disponer de factura y no poder acreditar la compra del marisco o porque la etiqueta identificativa presentaba deficiencias. Una segunda admonición, conllevaría un acta de infracción.
Desde Mar aclararon que, en todos los casos, las actas se levantaron por supuestas infracciones administrativas y en ninguno se actuó por presuntos delitos contra la salud pública al poner en venta especies afectadas por toxina.
Instrucción del expediente
A partir de ahora, las correspondientes delegaciones territoriales de Mar nombrarán un instructor del expediente e investigarán si el marisco que los restaurantes tenían eran o no de procedencia irregular y establecerán la cuantía de la sanción económica, si se determina que hubo infracción.
Desde la Consellería do Mar explicaron que una de sus armas en la batalla que mantiene para erradicar el furtivismo es la sensibilización del consumidor de que no debe adquirir productos marinos fuera de los canales legales establecidos. En ese sentido, Mar anunció que el Servizo de Gardacostas de Galicia continuará realizaron controles en carreteras, restaurantes, centros de cultivo, puertos, pescaderías y depuradoras.
Fuente: La Voz de Galicia
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